Gracias a La Nueva Belleza tuve la fortuna de encontrarme con la potente Música de una mujer que estos últimos días me ha hecho erizar la piel como hace mucho tiempo no me pasaba… el otro día no más le comentaba al Rolo que tenía ganas de descubrir algo nuevo en cuanto a música, hace rato que estaba escuchando más de lo mismo y la música que antes me volaba y me producía placer ya no lo estaba haciendo, necesitaba algo nuevo y diferente y así fue que un domingo en la mañana me encuentro con esta entrevista de Cristian Warken a Misía interprete Portuguesa de Fado. El Fado (de Lisboa) es la Música tradicional de este país, una comunión guitarra-voz femenina, fuerza, melancolía, dulzura, sensualidad y poesía. Fado viene del latín fatum que significa destino, las letras de las canciones son poemas de autores portugueses que hablan de amor, de vida, belleza y sufrimiento, el fado es por sobre todo sentir profundo y desgarrador. No existe consenso sobre su origen, sin embargo, se puede deducir la influencia de la música árabe en la inflexión de la voz y el sonido de la guitarra, quizás también una similitud a la música flamenca en su carácter marginal y su sentida interpretación. Algunos le atribuyen relación a la música brasileña que fuera traída por los marineros a Lisboa, en fin, Portugal desde la antigua Lusitania tiene una extensa e intensa historia de imperios, conquistas, grandes puertos y por lo tanto relación con un sin fin de diversas culturas que por ahí pasaron alguna vez.
Así que no sería extraño que el Fado sea el origen de diversas influencias y no sólo de una en particular. Lo que no se puede discutir es esa marcada melancolía que por lo que he sabido caracteriza al pueblo portugués y que se debe quizás a su complicada historia y su entrañable relación con el mar, con amores que se van y se pierden para siempre en esa inmensa eternidad.
Es por esto que el fado se caracterizó por ser la música por excelencia de las bohemias noches portuguesas que entre bares, tabernas y prostíbulos acogía a aquellas personas que acudían para liberarse de la opresión interior, a través de quienes sabían interpretar tan bien las penas del alma.
Bueno, fue a través de aquella entrevista que supe de Amalia Rodrigues la principal exponente de este género musical. Y descubrí su potente y estremecedora interpretación.
“Lo que me interesa es sentir el Fado. Porque el Fado no se canta, sino que ocurre. Es un acontecimiento. Y eso es lo que produce miedo, porque yo nunca sé lo que va a ocurrir. El Fado se siente, no se comprende ni se explica.”
Amalia Rodrigues
Bueno que más voy a decir, al parecer ya he dicho demasiado…
Así que no sería extraño que el Fado sea el origen de diversas influencias y no sólo de una en particular. Lo que no se puede discutir es esa marcada melancolía que por lo que he sabido caracteriza al pueblo portugués y que se debe quizás a su complicada historia y su entrañable relación con el mar, con amores que se van y se pierden para siempre en esa inmensa eternidad.
Es por esto que el fado se caracterizó por ser la música por excelencia de las bohemias noches portuguesas que entre bares, tabernas y prostíbulos acogía a aquellas personas que acudían para liberarse de la opresión interior, a través de quienes sabían interpretar tan bien las penas del alma.
Bueno, fue a través de aquella entrevista que supe de Amalia Rodrigues la principal exponente de este género musical. Y descubrí su potente y estremecedora interpretación.
“Lo que me interesa es sentir el Fado. Porque el Fado no se canta, sino que ocurre. Es un acontecimiento. Y eso es lo que produce miedo, porque yo nunca sé lo que va a ocurrir. El Fado se siente, no se comprende ni se explica.”
Amalia Rodrigues
Bueno que más voy a decir, al parecer ya he dicho demasiado…
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